Veracruz respira por la herida, y no cicatriza porque tanto Javier Duarte como Miguel Yunes lo impiden. De hecho, ambos le colocan cada vez más sal y han logrado con ello, que esta tierra sea más conocida en los últimos dos años por su pleito estilo «callejero», que debido a los aportes hechos al estado.
¿Quién es el «acusado» y quién el «acusador»?, ¿quién es peor que el otro o son los dos igualmente peores?, ¿quién dice la verdad y quién no?, ¿son los dos similarmente mentirosos o uno miente más que el otro?, ¿hay alguno que en este conflicto personal sea «menos peor»?, ¿quién a final de cuentas tendrá menos propiedades costosamente ofensivas para los veracruzanos?
Uno dejará de ser Gobernador en poco tiempo y el otro tomará su estafeta durante un par de años. ¿A cuál irle cuando los dos compiten por ver quién le encuentra más propiedades ilegales al otro?, ¿alguno de ellos creerá que tratando de mostrar menos residencias obtendrá la credibilidad de los veracruzanos?
Es sencillo. Este «toma y daca» terminó, sin duda, por sepultar la ya mermada confianza que los veracruzanos podrían tener por el «saliente» y el «entrante». Ambos seguirán ampliando sus denuncias hacia el otro con la finalidad de exculparse, ante quienes en distintos momentos, votaron por ellos en las urnas.
Duarte de Ochoa y Yunes Linares no entienden que para la opinión pública veracruzana el asunto de quién es menos peor ha pasado a segundo término. Ninguno logrará cambiar la percepción que la mayoría de los ciudadanos tiene sobre ellos. La verdadera preocupación radica en el daño que este «odio jarocho» ha provocado al estado (empleo el término aunque «jarocho» funcione sólo para nombrar a los «porteños»).
Mientras uno dijo que «la verdad nos hará libres», el otro contestó con «la verdad os hará presos», ¿será que Veracruz logre estar «libre» de los dos y no «apresarse» a ellos? La novela protagonizada por Duarte de Ochoa y Yunes Linares se alargará al mero estilo «Televisa», tendrá su desenlace cuando alguno termine en el manicomio, o bien, tras las rejas, como guión del conocido Juan Osorio.
Por lo pronto, Miguel Yunes fue citado a declarar, a pesar de que sus denuncias se colocaron mucho antes de que lo hiciera el Gobernador Javier Duarte. La Fiscalía deberá cuidar las formas y los tiempos lógicos para atender ambos casos, pues esta guerra no acabará, bajo ningún motivo, el 30 de noviembre próximo.