Pregunta difícil, pero en cualquier lugar menos enorgulleciendo a los “morenistas de peso” por su trabajo en Veracruz. El ingeniero García transitó los seis años de su mandato sumido en escándalos mediáticos, producto de sus declaraciones carentes de sensibilidad y, claro, de su notorio afán por delegar su responsabilidad de gobernar.
Tanto en Palacio Nacional como en la sede de Morena en CDMX, consideran que Veracruz ahora sí tendrá alguien con “don de mando” y “que quiera hacer aquello que le encomendaron los ciudadanos en las urnas, aquello que Cuitláhuac García no quiso honrar”, me dicen.
Ocurre que el gobernador de Veracruz cedió su poder y responsabilidad a Patrocinio Cisneros, mientras permitió que el tiempo pasara bajo el manto protector del entonces presidente López Obrador. Cuitláhuac García nunca tomó una decisión importante, otros lo hicieron por él.
En temas financieros siempre fue otro el que ideó las cosas; en asuntos educativos siempre fue otro el que diseñó las formas; en temas de seguridad siempre fue otro el que indagó las maneras; en temas de gobernabilidad siempre fue otro el que se sintió mandatario… y así en cada posición.
Lo único que García tuvo y tiene es el aprecio y cariño de AMLO, quien también logró que Sheinbaum le otorgue algún cargo federal: la CRE o el Cenegas (hasta el momento). El todavía gobernador del estado será rápidamente superado por quien habrá de sucederlo en breve, sin duda.