Sí, todos en el Gabinete del Presidente saben que en estricto sentido, quien debió anunciar la Emergencia Sanitaria determinada por el Consejo de Salubridad General era, por un tema de lógica organizacional, la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero. No fue así, y hay razones.
Si bien es cierto (más tarde) quien condujo la reunión virtual con todos los gobernadores fue la ministra en retiro, el auténtico liderazgo estuvo en Marcelo Ebrard, como encargado de alertar al país sobre la decisión de decretar la Emergencia por causa de fuerza mayor. Fue el “mensaje sobre el mensaje”, y todos lo entendieron.
AMLO instruyó que fuera Ebrard quien hiciera el anuncio ante la nación. De hecho, el canciller se notó conocedor del tema, explicando y replicando hasta las preguntas más duras. Quizá Sánchez Cordero lo habría ejecutado de igual forma, pero el Presidente quiso aprovechar la ocasión para enviar un mensaje político “hacia afuera y hacia adentro”.
La relevancia del momento habla por sí sola, y aunque me han confirmado que no habrá relevo en la Secretaría de Gobernación, más que por cuestiones de salud, el hecho de que Olga Sánchez permaneciera sentada mientras Ebrard daba el “gran anuncio”, comunicaba mucho, y no sólo la Emergencia Sanitaria. Debieron permitirle participar.
En la administración de López Obrador hay, claramente, una Secretaria de Gobernación y un Vicepresidente de facto que cobra como canciller, con tareas muy definidas. También existe un Subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, que en breve podría despachar como Secretario, a petición del propio Doctor Jorge Alcocer.
Tengo conocimiento de que las relaciones entre algunos Secretarios y sus respectivos equipos no es la mejor. Por ejemplo, (y además de las diferencias silenciosas entre Gobernación y Cancillería), no hay buen trato entre Salud y Economía, tampoco entre Hacienda y Trabajo.
El personaje más escuchado por AMLO, (y al que más veces busca durante los días y semanas) es Marcelo Ebrard, por encima de cualquier otro. También lo hace con López-Gatell, aunque mayormente debido a la pandemia. De igual forma considera a Santiago Nieto y César Yáñez.
Trump sabe quién es Ebrard, y le dice “Marcelo” cuando se refiere a él. “No conoce el nombre de pila de otro Secretario de Andrés Manuel”, me comenta un amigo en el equipo del Presidente estadunidense, y eso dice mucho. Ya veremos.