Aún me pregunto por qué tanto el PRI como el PAN insisten en descalificar a AMLO cuando a todas luces lo han fortalecido. Y no lo digo yo, lo dicen algunas máximas irreductibles de la mercadotecnia. Si de verdad buscan recortar distancia con el de Morena, la clave no está en tildarlo de populista y mesías, sino en comunicar, de manera más efectiva, las propuestas que tanto Anaya como Meade traen bajo el brazo.
Es probable que muchos se pregunten por qué a pesar de que en teoría López Obrador salió mal parado del primer debate, no baja de manera sustancial en las encuestas publicadas hasta el momento. La respuesta es clara: el sector menor a los 40 años, es decir, casi el 50 por ciento del padrón electoral, considera que al país “no le puede ir peor”.
Es válido que Meade y Anaya intenten convencer a los empresarios, (donde también entra parte del sector millennial), que la llegada de AMLO a la Presidencia sería catastrófica para sus inversiones, y de alguna forma lo están logrando, pero no es suficiente, necesitan más.
Los adversarios de AMLO requieren evitar victimizarlo, y al unirse contra él, tal como ocurrió en varios momentos del debate, generaron mayor identificación de muchos votantes con el de Morena. En México, al igual que en otros países, suele crearse solidaridad hacia el “débil” o el acribillado por varios.
Algunos estudios visualizan que aunque muchos mexicanos saben que un gobierno populista podría ser dañino para el país, aún así, por rencor hacia los que ya gobernaron, como el PRI y el PAN, están decidiendo votar por AMLO. Mediciones como las de Víctor Gordoa, Rector del Colegio de Imagen Pública, dan cuenta de ello.
Es cierto, después del debate, muchos adinerados (o clase burguesa, para los intelectuales) pusieron sus ojos en Anaya como vía anti-peje. Banqueros, economistas, y hasta grandes hombres de negocios podrían “votar útil” por el del Frente, pero insisto, sigue sin ser suficiente.
Hay gente cercana al equipo de Anaya que considera posible emparejarse con AMLO. Me dicen que si el de Querétaro se pone a 8 puntos de distancia antes del próximo día 20, es muy probable que alcance y derrote. Veremos si de verdad les salen las cuentas. “Si eso pasa, ya ganó”, aseguran, pues visualizan que el panista le recortará tres puntos por cada debate restante, y ya en esa dinámica, le “dé alcance en los últimos días”. Suena práctico, ¿ocurriría así?, ¿apostaría usted su quincena? Yo, a estas alturas, no, pero desde que la Roma remontó al Barcelona en la Champions, doy el beneficio de la duda a varios “imposibles”. ¿Será que aquí pase lo mismo? Observemos.
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