Como era de suponerse, los sismos del 7 y 19 de septiembre retrasaron cualquier movimiento previsto en el Gabinete Presidencial, incluso, según me informan, hubo reacomodos cancelados definitivamente. Lo que estaba programado para noviembre pudo quizá, sin exagerar, aplazarse hasta enero de 2018.
Puntualicemos: durante todo octubre no habrá modificaciones, es un hecho. Sin embargo, si se llega a la segunda quincena de noviembre y la reconstrucción de México no ha avanzado lo suficiente, o cuando menos lo programado en el «calendario de las previsiones», los movimientos vendrían a finales de diciembre, o de plano, para enero.
Tres de las Secretarías de Despacho federales que más injerencia tienen afrontando los daños sísmicos, es decir, Gobernación, Hacienda y Educación, no verán emigrar a sus actuales titulares hasta diciembre o enero, a menos que el avance de la reconstrucción fuera significativo.
Los tiempos electorales y las dinámicas que eso conlleva, como las modificaciones de un Gabinete, entre otras tantas, tendrán que ajustarse al reloj de la recuperación de la CDMX y estados afectados.
El «reacomodo» en los calendarios virtuales de todos los partidos no sólo retrasará el jaloneo de los presidenciales para este año, también lo hará, por mera lógica, sobre las designaciones estatales. Salvo AMLO para Morena, los demás seguirán en la incógnita hasta finales de noviembre.
Derivado de esto, en ningún estado habrá movimientos en las dirigencias de los partidos políticos, muy probablemente hasta enero del próximo año. De igual forma, los aspirantes a candidaturas tendrán que «suspirar» algunas semanas más.
En la política, por muy humanos que quieran verse, la frivolidad los acaba superando. Saben que el sismo y la tragedia que vivió México en este septiembre fue tal, que los ánimos y preferencias podrían haber cambiado de cara al relevo presidencial. No sorprende, claro, tal frivolidad.
alejandroaguirre77@gmail.com
Twitter: @aaguirre_g
www.alejandroaguirre.com.mx