La verdad de las cosas es que difícilmente sabremos quién filtró a medios de comunicación la foto de Arturo Bermúdez con la camisola de Pacho Viejo. Pudo tratarse de una vendetta, pues derivado de su actividad como ex Secretario de Seguridad Pública, debió acumular decenas de enemistades al interior de las policías, y por supuesto, de los diversos ceresos en Veracruz.
Lo cierto es que más allá de la inocencia o culpabilidad de Arturo Bermúdez respecto a los señalamientos de la Fiscalía General, el que la imagen haya salido de las paredes del reclusorio es una violación a sus derechos humanos, podría ser incluso el elemento que “dé al traste” con el caso armado en su contra. Figuras legislativas del estado y expertos en la materia, coinciden en que se transgredió aquello conocido como el “debido proceso”.
La permanencia de Bermúdez en prisión preventiva está sostenida con alfileres. Conocedores del ramo me afirman que con un amparo y pericia jurídica podría salir en breve, pues en sentido estricto, en el catálogo de delitos que merecen esta medida cautelar por oficio, no se contemplan los daños patrimoniales, es decir, el presunto enriquecimiento ilícito del ex titular de la SSP no le conllevaría estar tras las rejas, estemos o no de acuerdo como sociedad.
Sin embargo, es también cierto que después de lo ocurrido con el ex Jefe del Seguro Popular en Veracruz, Leonel Bustos, quien tras 19 días en prisión preventiva logró salir amparado, gracias a que su delito no está catalogado como «grave» en el nuevo sistema de justicia, la Fiscalía no se habría aventurado a sufrir un segundo revés, el cual, le resultaría más severo dado la atracción mediática nacional del tema.
El caso de Arturo Bermúdez está en un terreno donde defensa y Fiscalía se “trenzarán” alrededor de la conservación de la medida cautelar. El cuerpo de abogados del ex funcionario duartista pareciera llevar ventaja en obtener su libertad, dado el antecedente con Bustos, sin embargo, insisto, dudo que el Fiscal no hubiera previsto este escenario al momento de solicitar la orden de arresto.
La Fiscalía de Veracruz se juega un buen porcentaje de su prestigio en el caso de Bermúdez Zurita. En cualquier ambiente la primera impresión cuenta mucho, y para Jorge Winckler, este asunto es su presentación en temas de observancia nacional. El arresto del ex Jefe de la policía en Veracruz rebotó en toda la República Mexicana; lo mismo ocurriría de ser liberado. El mismo capital mediático positivo que obtuvo con su aprehensión podría tornarse negativo. Veremos qué ocurre, pues hoy martes ya es día hábil, y se acabo el «sabadazo».