Si Javier Duarte se enterara, allá en su celda temporal guatemalteca, que Miguel Yunes, durante sus primeros meses de administración, tiene mayor aceptación entre los veracruzanos que cuando él gobernaba, además del colchón y ventilador que pidió, el de Córdoba solicitaría dos o tres «tragos» fuertes para combatir la bilis.
Platiqué con Roy Campos, Director General de Consulta Mitofsky, y me dijo que de acuerdo a su último trabajo de evaluación gubernamental en Veracruz, tomando como base el ánimo y percepción ciudadanas al momento de la encuesta, el Gobernador Miguel Yunes logra un 40% de aprobación, 8 puntos más que el promedio de los 32 mandatarios en México.
Si se enterara de esto, el coraje de Javier Duarte crecería, pues en gran medida, la elevada aprobación de Yunes es producto del odio ciudadano contra él, y porque el panista, quiérase aceptar o no, ha capitalizado hacia su imagen todo aquello que involucre el combate a las pillerías duartistas, incluso su captura, aunque haya sido mérito federal.
Seamos claros, la percepción positiva del Gobernador Yunes es elevada gracias a lo impresentable de Javier Duarte. Si el cordobés no hubiera pasado a la historia como el peor mandatario de Veracruz, el panista tendría niveles de aprobación similares a los de sus homólogos en otros estados.
Ahora bien, siendo también honestos, el hecho de que Yunes esté bien calificado en este momento gracias a Javier Duarte tampoco es su culpa, lo ha sabido aprovechar. Pasa igual cuando marcan un penal inexistente en el fútbol, el error es del árbitro, no del equipo favorecido.
¿Tendría el Gobernador de Veracruz la misma aprobación si Duarte no fuera tan rechazado? Complicado saberlo. En el mismo trabajo de Roy Campos, se observa que Yunes es mejor visto por la clase estudiantil y veracruzanos con alta escolaridad; mientras que desempleados, jubilados, amas de casa y mujeres mayores a 50 años, lo rechazan.
Vale la pena destacar que en un estado donde recién perdió el PRI la gubernatura, y tanto el panismo como Morena han crecido, el Presidente Enrique Peña tenga un 24% de aprobación, bastante mayor a su promedio nacional. No cabe duda que la entrada de cuerpos federales de seguridad han sido bien vistos por los veracruzanos.
¿Servirá la popularidad que tiene al momento Miguel Yunes para las elecciones del 4 de junio? No, aunque pareciera lo contrario. En elecciones para alcaldías la gente no suele votar por el Gobernador en turno, sino por los candidatos; la razón: se disputan y dirimen asuntos más locales que estatales.
Y de regreso a Guatemala, difícilmente Javier Duarte podrá conocer esta encuesta, pues parece que ni un colchón tiene para dormir, sin embargo, de conocer estos datos, quizá querría quedarse una «semanita» más en el penal de Matamoros, sólo por puro autocastigo.