Fue la noche del pasado lunes cuando los enviados (o infiltrados de la Federación),en el gobierno de Cuitláhuac García, informaron a Adán Augusto López, encargado de la estrategia fina en la campaña de Sheinbaum, sobre algunos pormenores rumbo a la elección gubernamental.
Primer asunto: existe una encarnizada pelea por adjudicarse la Secretaría de Gobierno cuando aún no se sabe si Nahle ganará. Informaron que hay dos personajes interesados en esa posición y que veladamente luchan por ella (sin que alguien les prometiera algo): Javier Gómez y Manuel Huerta.
Segundo asunto: varios de los funcionarios estatales de alto rango, y que todavía despachan en el gobierno de Cuitláhuac García, creen que repetirán o serán considerados por Rocío Nahle, en lugar de centrar sus baterías en ganar una elección a la que le falta mucho tramo.
Tercer asunto: el gobernador continúa sin poner el orden suficiente con su gente, al grado de que varios de ellos dejaron de trabajar y descuidaron sus actividades, situación que en temporada electoral puede resultar negativo para un buen sector de la población.
Cuarto asunto: Cuitláhuac García no se ha metido lo suficiente en la elección y quienes lo rodean ya se ven en CDMX con cargo federal, a su lado, en la dependencia que le asignen.
La gente de Adán Augusto López y César Yáñez tuvieron hace dos días una reunión con Claudia Sheinbaum (a la que más tarde se unió el presidente vía telefónica). Ahí se planteó la probable necesidad de reacomodar las promesas de posiciones, con base en los resultados entregados después de la elección, y se mencionó al gobernador de Veracruz. ¿Pasará a mayores o fue una simple charla? Ya veremos.