Alejandro Moreno es el mayor peso que Xóchitl Gálvez arrastra y es, quizá, “el sapo más grande que ha tenido que tragar” en lo que lleva de carrera política. La panista acordó con Marko Cortés hablar bien de Alito en público a cambio de “verlo lo menos posible”.
El PRI se cae a pedazos y para mala suerte del PAN, ocurre justamente en el camino hacia la elección presidencial. La precandidata del Frente sabe de sobra que la firma con el tricolor de Alito fue el peor negocio de su vida.
La molestia de un buen grupo de panistas en el centro de país radica (en caso de que los resultados no les favorezcan), en que la abanderada blanquiazul se quedará fuera de cualquier cargo, mientras que Alejandro Morena cobrará como senador plurinominal y obtendrá el fuero que tanto necesita.
Xóchitl Gálvez y el resto de la alianza opositora buscará obtener posiciones en las cámaras a pesar de Moreno, a pesar de los priístas que semana a semana abandonan las filas del tricolor, como el mismísimo guerrerense, Héctor Astudillo.
Me hacen saber que de acuerdo a una medición en las oficinas del Frente en CDMX, las posibilidades de competir con Morena se redujeron en más del 35 por ciento, ante el impacto de los diversos elementos que han ido abandonando al PRI de Alito.
Pero el oriundo de Campeche, pase lo que pase el 2 de junio, y sin importar lo que ha hecho con el PRI, tomará protesta como senador de la República. Bien y de buenas. Una lindura.