Cada vez más, AMLO buscará “corregir la página” a aquellos estados que lidere Morena y cuyo gobernador o gobernadora minimice situaciones o quiera “tapar el sol con un dedo”. Lo hará desde la mañanera cuántas veces sea necesario, a veces suave, a veces enérgico.
Son tiempos electorales y por tanto no habrá concesiones para aquellos estados donde se renueven gubernaturas. El presidente sabe que tendrá varios “enviados” en sus conferencias para preguntarle “asuntos incómodos” y si hay algo que señalar lo hará.
Por eso AMLO no avaló lo que la autoridad veracruzana ha dicho sobre la seguridad en algunas de sus carreteras. Dijo que “evaluará” la situación, sin caer en los triunfalismos (y respuestas cliché) que han ofendido a automovilistas y transportistas del estado.
Cuitláhuac García deberá ser cuidadoso en sus declaraciones, pues AMLO no actuará con él (y con el resto), como lo ha hecho en casi todo su sexenio: complaciente y apapachador. Las elecciones pueden cerrarse en algunos estados (o dividirse los congresos), y “no es algo que por caprichos pueda permitirse”, consideran en Palacio Nacional.
En la guerra y en el amor todo se vale, y si el tabasqueño debe desconocer a alguno de sus alfiles lo hará, “en el nombre de la dinámica electoral”. Por eso, el gobernador García tendrá que cuidar sus afirmaciones, pero más las de algunos de sus secretarios, quienes parecen no querer ayudarlo.
Flaco favor le harán a Nahle si alguno de los “aliados” busca salvar su prestigio por encima de la elección. Sheinbaum vendrá a recordarles que de nada sirve arrasar en la elección para la gubernatura, si no se consigue la mayoría calificada en el congreso.