“Si me callo podemos perder posiciones en las elecciones y no voy a darle ese gusto a nadie, las mañaneras se quedan y a ver cómo le hacen”, dijo AMLO fuera de sí, mientras golpeaba firmemente, con las yemas de los dedos, el cristal de su escritorio en Palacio Nacional. “En el 2019 las cosas eran distintas, aquella vez les di chance, ahora no estamos para esos lujos”.
Y es que en las primeras elecciones celebradas durante su gobierno, en el 2019, el Presidente decidió acatar la restricción del INE de no difundir “íntegramente” sus mañaneras. Sin embargo ahora, en el 2020, curiosamente considera que la misma medida del árbitro de la contienda busca silenciarlo.